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Una imagen de uno de los principales elementos de la escenificación, como es la Batalla entre los Barcos invasores y el Castillo de Tegueste, protagoniza el Cartel de la Librea de este año 2018, que volverá a representarse el próximo 7 de septiembre con motivo de las Fiestas Patronales en Honor a Nuestra Señora la Virgen de Los Remedios. El cartel, obra del diseñador teguestero Jorge González Santana, se presentó el pasado fin de semana en la Casa de Los Zamorano dentro de las actividades que se realizaron con motivo de la celebración del V Encuentro de Libreas de Tenerife.

El cartel de este año tiene un corte clásico con algunos de los principales elementos protagonistas de La Librea, especialmente al momento de la batalla, como elementos principales. “Un cartel que aúna las más tradicionales técnicas del dibujo a acuarela con las herramientas que nos ofrecen las nuevas tecnologías de diseño gráfico, y que presenta una imagen de cuadro antiguo para conferirle el carácter tradicional que identifica esta fiesta”, resaltó el autor.

En este sentido, Jorge González Santana detalla que en la imagen “se ha querido reflejar artísticamente el momento de la batalla entre los barcos invasores y las tropas y habitantes que con ahínco defendieron sus tierras, transportándonos más a cómo pudo haber sido ese momento histórico que a la escenificación que vivimos cada edición en las calles del municipio”.

En la parte central de la composición “se haya el momento de la batalla propiamente dicha con un fuego cruzados entre los barcos y el castillo de Tegueste, imagen que se ha realizado haciendo un pequeño guiño al castillo que habitualmente se construye para su escenificación en la actualidad. En la zona inferior de la imagen se aprecian las varas con las los pueblerinos defendieron sus hogares y sus tierras de las tropas invasoras, todos unidos por una misma razón”, explicó González.

Por último, en la parte superior, presidiendo la composición aparece la imagen de la Virgen de Los Remedios, Santa Patrona y Alcaldesa Honoraria de la Villa de Tegueste, “a la que los teguesteros encomendaron sus oraciones para que les protegiera en la batalla. Un cartel pensado para sirva como reclamo y que muestre una seña de identidad que identifica a los habitantes de esta Villa para anunciar que Tegueste está de celebración”, resalta el autor.

En este sentido, el alcalde de la Villa, José Manuel Molina, afirma que la Librea de Tegueste “se ha convertido en uno de los sellos de identidad más reconocidos de esta villa tinerfeña. Desde que fuera retomada su escenificación en el año 1997 y tras ser declarada Bien de Interés Cultural, nos acerca cada edición a las costumbres y tradiciones de la sociedad canaria del siglo XVII y a los acontecimientos tan importantes que se dieron lugar”.

Jorge González Santana, autor del cartel de este año, es Técnico Superior en Artes Plásticas y Diseño en Arquitectura Efímera y Titulado Superior en Enseñanzas Artísticas Superiores de Diseño Gráfico. Este teguestero, nacido en el barrio de Pedro Álvarez, ha estado siempre relacionado con el mundo de las Bellas Artes (dibujo, pintura y fotografía), ya que desde los 11 años aprendió con profesores de la talla de Rubén Armiche, Inmaculada Juárez o Guillermo Pozuelo. Además, ha sido diseñador del Carnaval y ganador de las Reinas del Carnaval de Santa Cruz de Tenerife 2015, 2017 y 2018, entre otros.

Más de cuatro siglos

La Librea de Tegueste, cuyo origen se remonta en torno al año 1600, se celebra cada 4 años dentro de los actos programados para las Fiestas Patronales en Honor a Nuestra Señora la Virgen de Los Remedios, co-patrona del municipio. Es una representación de un día de fiesta en el Tegueste de 1850 en la que, además de una amplia exposición de las costumbres de la época, se llevarán a cabo diversas teatralizaciones que, en algunos casos, plasman escenas que parten de documentos encontrados en el Archivo Municipal de la Villa.

En su conjunto la escenificación de La Librea, recuperada por el Ayuntamiento en 1997, nos acerca a las costumbres de aquél pueblo campesino y a sus raíces religiosos, culminando con un impactante espectáculo de luz y sonido, en la célebre batalla entre los barcos y el castillo.

Documentos de índole administrativa, dejan constancia de la antigüedad de esta celebración en la Villa en 1600, según se desprende de los oficios escritos que se intercambian en 1814 el alcalde de Tegueste, Juan Manuel González, el Coronel del Regimiento Provincial de Milicias y el Comandante General, sobre préstamos de fusiles y un tambor necesarios para la aparente marcha que, junto a danzas y barcos, celebran la fiesta de Nuestra Señora de Los Remedios.

En estos oficios se recogen las conversaciones de Juan Manuel González con el coronel del Regimiento Provincial, y donde queda constatado el origen de la Librea: “Con motivo de haberme hecho presente el Gobernador de Armas de este lugar no serle posible en el presente año franquear como se ha acostumbrado siempre, los fusiles desde su compañía para formar aquella reunión de aparente marcha con que entre danzas, Barcos y otras diversiones, solemnizan estos vecinos la festividad de su Patrona desde que por su poderosa protección se libertaron de la epidemia que se padeció a principios del año de 1600”, según decía el alcalde teguestero en oficio de septiembre de 1814.

La fecha de 1600 vuelve a reiterarse en una de las misivas del Coronel: “(…) teniendo en consideración que esta celebridad cuenta dos siglos y catorce años pues fue su principio en el de 1600, y que en esta época ha habido muchos coroneles antecesores míos, parecería un efecto de ridiculez el que por falta de concurrir los militares se desluciera una celebridad tan antigua”.

La Librea de Tegueste, declarada Bien de Interés Cultural (BIC) por decreto 154/2007 del Gobierno de Canarias y que cada tres años llena las calles de la Villa, consiste en una especie de milicia mandada por un capitán que, junto con la danza y los navíos, desfilan en la procesión de la Virgen.

Esta típica escuadra de tierra adentro marchaba por riguroso orden según la promesa ofrecida, del siguiente modo: el Barco de Pedro Álvarez en primer lugar, seguido del de Tegueste, y en último lugar, el de San Luis. El Socorro también rinde  pleitesía de reconocimiento por la aludida merced, navegando todos sobre la carretera que el hombre del campo, con su yunta de vacas, ha arrastrado orgulloso hasta nuestros días.

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