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Los trabajos de mejora de este puente, finalizados recientemente, se dividieron en dos fases. La primera tuvo que ver con el acondicionamiento del camino, la construcción de un muro de piedra, y se ha limpiado de malezas el barranco. Además, se colocaron luminarias y se ejecutaron las canalizaciones de luz y agua, y se utilizaron adoquines para empedrar el camino, que tiene una longitud de unos 500 metros. La segunda fase supuso la renovación de la estructura del puente, que ahora ha vuelto a ser de madera, como lo fue en sus inicios, hace ya varios siglos.

La historia del Puente de Palo, situado en las proximidades de la calle La Arañita, se remonta al siglo XVI cuando comenzaron los problemas de las crecidas del barranco por las fuertes lluvias de la época. Durante el transcurso de los siglos, muchas fueron las ocasiones en las que los vecinos de un lado y otro del puente vieron como el agua los dejaba incomunicados.El alcalde junto al párroco durante el acto

Pero sin duda, una de los episodios más recordados por los teguesteros es el que tuvo lugar la víspera de San Andrés, 29 de noviembre de 1922. El Puente de Palo que existía sobre el barranco de Las Tapias, fue arrastrado por la furia de las aguas, permaneciendo los vecinos del barranco durante seis días en la Iglesia, ya que había ido de promesa a San Andrés. Para poder regresar a sus hogares después de ese tiempo, fue necesario pasar atados por la cintura ya que el agua les llegaba a esa altura.

El Prebendado Cura Pacheco cuenta en sus Noticias del pueblo de Tegueste, que “fue necesario desplazar el pueblo, por encontrarse la Iglesia entre dos barrancos, que amenazaban constantemente al vecindario, siendo imposible en las épocas de lluvia la asistencia de los fieles a los oficios divinos, por temor a encontrarse de pronto incomunicados”.

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