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A principios del siglo XX, el emigrante retornado de la Habana, Pedro Melián, donó una tubería de hierro galvanizado para conducir el agua de La Mocanera y La Enladrillada hasta la fuente situada en el Calvario de La Placeta, lo que contribuía a disminuir los riesgos de infecciones tan frecuentes en la época.

Se lograba así una vieja aspiración del pueblo ya que, al menos desde 1841, se planteó llevar a la Placeta las aguas de la fuente de la Mocanera, las cuales se unían a las de la Fuente de Nieto en el barranco, con el fin de que el vecindario se abasteciera sin tener que recorrer una larga distancia.

El chorro de la Placeta sirvió de abasto para el vecindario hasta la década de los años sesenta del pasado siglo, cuando se establece la red de distribución de abastecimiento de agua potable.

La importancia del lugar para el Tegueste de antaño queda de manifiesto por las obras de mejora del entorno como fue el empedrado de la parte de delante del Calvario, obras que se consideraban de gran conveniencia para el pueblo y que se llevaban a cabo con la participación vecinal ya que el Ayuntamiento no tenía medios económicos. 

Otro elemento significativo de La Placeta, además del chorro, es el Calvario. Su existencia está documentada desde antes de 1850. Probablemente fue construido en el solar que ocupaba una antigua capilla mortuoria, demolida en 1839, hecha porque en las zonas rurales y pobres el espacio reducido de las casas hacía necesario contar con una sala mortuoria donde velar a los difuntos.

En los inicios del siglo XX, considerando el protagonismo que desde siempre había alcanzado en Tegueste el ganado, se constituye San Marcos Evangelista como su santo protector, al igual que sucede en otras localidades con San Antonio Abad. Con tal motivo se efectúan en torno a su festividad ferias de ganado en La Placeta, a las que acudían para su bendición, bueyes, cabras, ovejas y otros animales procedentes de los alrededores. En cierta medida es éste el punto de partida de la tradicional Romería tal y como hoy la conocemos.

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